La torre AGBAR se ha erigido en muy poco tiempo en un símbolo emblemático de la Barcelona post-olímpica, en un icono que junto a la Sagrada Familia distingue la singularidad arquitectónica de la ciudad.
Diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel (premio Pritzker 2.008). Su estética está relacionada con la imagen de un géiser y con las vecinas montañas de Montserrat.
Para ARLEX ha sido un orgullo participar en el equipamiento de un edificio tan emblemático, compartimentando los interiores proyectados por el estudio García Ventosa Arquitectura, mediante el diseño, la producción y la instalación de un tabique divisorio de acero inoxidable y vidrio. Desarrollado expresamente para que el impresionante exterior quede reflejado en su própio interior, transmitiendo tanta luz como sea posible sin comprometer la privacidad ni la integridad estructural.
